11/12/13

RÉQUIEM POR UN SUBVERSIVO


Por Luis Bruschtein   de página 12

El viejito que sonríe en la foto fue un duro guerrillero que soportó torturas y 27 años de cárcel. Ese hombre negro apacible y encanecido fue de los duros que rechazó la libertad cuando le pusieron como condición que se declarara en contra de la lucha armada del Congreso Nacional Africano. Nelson Mandela creció como líder de las luchas de su pueblo en Sudáfrica desplazando a los dirigentes más conciliadores con el régimen brutal del apartheid. Eran los años 50 y 60 y en Estados Unidos la segregación racial estaba instalada por ley. Sin embargo, era considerado el emblema de la democracia en el mundo. Si Estados Unidos era mostrado como el país más democrático del mundo a pesar de la segregación en la educación, los trabajos, el transporte y hasta en los baños, ¿por qué no habría de serlo también Sudáfrica con su apartheid? Para los cánones de esos años, Estados Unidos y Sudáfrica eran países democráticos, igual que los raquíticos gobiernos latinoamericanos acogotados por sus fuerzas armadas.

 Se repiten los discursos de Mandela sobre el sueño de una gran nación sudafricana donde todos los hombres fueran iguales sin importar el color de su piel. Pero cuando Mandela decía esa frase en aquellos años, no estaba pensando en la democracia real de esa época, en la supuesta democracia norteamericana o en la sudafricana. Estaba pensando en otras formas políticas que se relacionaban con procesos similares al argelino o al cubano u otros procesos emancipadores de la época, ya fueran democracias populares, repúblicas democráticas o socialismo africano. Nadie pensaba que la democracia de los países escandinavos podía ser operativa en países que arrastraban una larga historia de colonialismo, marginación y explotación. Sin embargo, había una diferencia entre el proceso sudafricano y otros que se desarrollaban en Africa, donde la mayoría trataba de liberarse del yugo colonial. Allí, en cambio, se luchaba contra la dominación blanca. Pero todos pensaban que los cambios solamente vendrían con procesos revolucionarios. Eran las ideas y las herramientas de ese momento histórico, las que surgían de esa circunstancia. 

No se podía confiar en la democracia de los blancos o de los militares o en que los poderosos entregaran mansamente sus privilegios. Mandela, Oliver Tambo, Walter Sisulu y otros jóvenes de la Liga Juvenil del Congreso Nacional Africano desplazaron a principios de los 60 a los dirigentes que proponían formas pacíficas de lucha, en las que ellos también habían participado, y fundaron Lanza de la Nación, que era la formación guerrillera del CNA. Sudáfrica también era diferente a los demás procesos africanos en otros aspectos. La lucha armada no fue centralmente de guerrilla en la selva. El CNA era un movimiento popular de masas con mucha concentración urbana. La lucha armada consistió centralmente en atentados explosivos en las ciudades o en infraestructura, articulados con huelgas e insurrecciones. Mandela y Sisulu estuvieron presos la mayor parte del tiempo y Oliver Tambo exiliado. El CNA no era africanista, por eso se repite mucho la frase de Mandela cuando dijo que siempre luché contra la dominación blanca y siempre luché también contra la dominación negra. No era africanista porque, a pesar de que centralmente la lucha era contra el apartheid, tenía un fuerte componente ideológico. El CNA tenía influencias marxistas soviéticas y chinas, al igual que todos los líderes anticolonialistas africanos de esa época, desde Patrice Lumumba en el Congo hasta Samora Machel en Mozambique. Machel era un marxista ortodoxo, dirigente del Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo) y llegó al poder aliado a los soviéticos en 1974 después de la Revolución de los Claveles en Portugal. Fue asesinado en un atentado y su viuda, Graca Machel, se convirtió varios años después, en 1998, en la última esposa de Mandela. 

Otro aspecto particular del CNA era que Mandela había integrado también a blancos y a indios. Paradójicamente, mientras el gobierno de Israel apoyaba al gobierno racista blanco y le vendía armas, varios judíos sudafricanos, entre ellos Denis Goldberg, Lionel Berstein y Harold Wolpe, lucharon junto a Mandela en Lanza de la Nación. Los poderes y las fuerzas que representan los principales líderes del mundo que el jueves hicieron conocer sus condolencias por la muerte de Mandela y lo elevaron al rango de ejemplo para la humanidad, durante su lucha lo consideraron subversivo y terrorista. No era para nada políticamente correcto. Muchas de esas fuerzas y poderes fueron cómplices de su encarcelamiento y tortura. Mandela es el duro luchador y al mismo tiempo es el gran pacifista que advirtió la prioridad de la integración en un país dominado salvajemente por una minoría blanca. Una cosa no se puede separar de la otra. Para hacer lo que hizo en el poder, antes tuvo que luchar como lo hizo. Es difícil unir esas dos facetas que se muestran como polos que se contradicen. Si en la primera etapa de su vida hubiera actuado como lo hizo en la segunda, hubiera sido cómplice de la explotación blanca. Si al salir de la cárcel hubiera mantenido la intransigencia que lo caracterizó en la lucha, hubiera llevado a Sudáfrica a una catástrofe. Pero el cambio no se produjo porque llegó al poder, sino porque su llegada al poder fue parte de un reacomodo que se estaba produciendo en todo el mundo al finalizar la guerra fría y asentarse el proceso de globalización donde el mundo se convirtió en un solo mercado. Uno de los grandes problemas de las revoluciones en Angola o en Mozambique había sido que provocaron el éxodo masivo de la población blanca, con lo cual se quedaron sin profesionales ni empresas. En Sudáfrica la economía estaba en manos de los blancos, que a su vez eran la inmensa mayoría de los profesionales. La población blanca y la población negra estaban condenadas a vivir en paz. Mandela fue concesivo en muchos aspectos, sobre todo con los juicios de la verdad, porque la emigración masiva de los blancos hubiera significado la bancarrota y el fracaso de la lucha contra el apartheid. En 1974 Mozambique fue rescatada por la URSS. En los años 90, cuando Mandela llegó al poder, la URSS ya no existía y los términos del comercio mundial estaban más o menos regidos por la OMC. Robert Mugabe, otro gran líder africano, fue más rígido y en la actualidad Zimbabwe (ex Rodhesia del Sur, vecina a Sudáfrica) está aislada y con fuertes problemas económicos. 

 Mandela era un hombre mayor. Sabía que le quedaban pocos años útiles de vida y los usó para consolidar la salida del apartheid en una Sudáfrica multirracial. Sabía que dejaba un país con profundas desigualdades, pero se dio cuenta de que su tiempo estaba acotado a consolidar la monumental victoria que había logrado. Fue su legado a las nuevas generaciones, las que deberán ocupar su puesto en la lucha contra la miseria y las injusticias que aún subsisten. Así el antiguo terrorista y subversivo que no merecía más que una visita cada seis meses durante 27 años se convirtió en el héroe moral de la nueva era. Mandela fue una expresión muy particular, difícil de equiparar por su dimensión humana, pero en general hay ciertos rasgos similares con los procesos que se generaron en América latina al comenzar el siglo. Miguel Brascó cuenta una anécdota de su visita a Johannesburgo en los 60. “El problema –le dijo a un sudafricano blanco– es que aquí no votan los negros”. Tengo entendido que en su país tampoco, le respondió el hombre un poco molesto. Se refería a que el peronismo estuvo proscrito durante 18 años. Expresiones, reflejos, continuidades o rescoldos de lo que en determinado momento histórico fue condenado por subversivo y terrorista llegaron a los gobiernos por medios democráticos. Expresiones de los trabajadores combativos en Brasil o en Venezuela, de los pueblos originarios en Bolivia, de los tupamaros en Uruguay, de la Juventud Peronista en Argentina, de los curas tercermundistas en Paraguay o de los allendistas chilenos aparecieron con mayor o menor fuerza, con mayor o menor eficacia, como una opción de poder concreto para amplios sectores populares que habían sido marginados por la aplicación de las ideas hegemónicas del neoliberalismo. Cada una de esas experiencias históricas había dejado un reservorio de valores de lucha y resistencia que sirvieron para la construcción de nuevas opciones. Había restos vivos de lo que parecía perdido y arrasado por las represiones, las cárceles y los exilios.




45 RAZONES


Las velas en la tarta, los amigos, los recuerdos, las fiestas de guardar, el calor de las 5 de la mañana, las luces encendidas de aquel bar.
Los lunes disfrazados de domingo. La maleta, el reloj de la estación. Las victorias en el último minuto, si llega la ocasión. La vida me convence con la vida, y 45 razones... cuando llueve, me saco de la manga un as de corazones.
Los coches aparcados en el bosque. Los labios, en el bosque de la piel. Las sorpresas, el cuerpo conocido. La puerta que se cierra en un hotel. Los días en que soy un caballero. Las noches, en que pierdo la razón. Y las naves dispuestas a quemarse, si llega la ocasión.
La vida me convence con la vida... Los catedráticos, la gente pensante, otra limonada con hielo, por favor. Las mentes que rompieron el silencio. Una copa, un amor, el rock’n’roll. Todo lo que se callan los traidores Todo lo que me dice una canción. Y tus labios color de marihuana, si llega la ocasión La vida me convence con la vida...

28/10/13

RÉQUIEM POR UN POETA Y PINTOR DE LA MÚSICA


El rocanrol es tan genial que la gente debería empezar a morir por él. Toda una generación bajo un bajo Fender, dijo alguna vez Lou Reed, leyenda del rock, ideólogo del punk, y quien influyó profundamente a varias generaciones de músicos y sus seguidores como líder de la banda de culto Velvet Underground en la década de 1960, así como en su posterior etapa como solista. Reed, imprescindible en la historia de la música contemporánea, murió este domingo, iniformó su agente literario, Andrew Wylie.

Tenía 71 años. Poeta, cuentista y retratista, Reed, uno de los artistas más revolucionarios, falleció en la ciudad de Southampton, Nueva York, de un problema relacionado con su reciente trasplante de hígado, dijo Wylie. Agregó que el legendario músico había estado delicado de salud desde hace meses. Murió este domingo a las 11 de la mañana en Long Island, en la casa que compartía en con su esposa, Laurie Anderson, precisó. Creo que Lou fue un artista tan grande como se puede llegar a ser. Es una gran pérdida, sostuvo Wylie. Reed, quien en vida reconoció haber bebido alcohol en exceso y consumido drogas por varios años, fue sometido a un trasplante de hígado este año en la Clínica Mayo de Cleveland, dijo Anderson a The Times of London, luego de que el músico canceló cinco conciertos en California programados para abril. Reed se estaba muriendo, había dicho la artista, con la que se casó en 2008, admitiendo que no sabía si su marido se recuperaría por completo. Soy un triunfo de la medicina El primero de junio pasado en su sitio de Internet el músico, sin reconocer abiertamente el trasplante, publicó: Soy un triunfo de la medicina moderna. Estoy ansioso de tocar sobre el escenario y escribiendo más canciones para conectar con sus corazones y espíritus y el universo por mucho tiempo en el futuro, agregó. 

 Aunque nunca se acercó al éxito comercial de superastros como los Beatles y Bob Dylan, ningún compositor surgido después de Dylan, amplió en forma tan radical el territorio de las letras en el rock, como Reed. Y ninguna banda hizo más que Velvet Underground, que formó junto con John Cale, para abrir la música rock a movimientos de vanguardia en todas las expresiones artísticas. Nombres de creadores esenciales están asociados a Reed: William Burroughs, Kurt Weill, John Cage y Andy Warhol, quien los impulsó en sus inicios. De hecho era miembro recurrente de su estudio de arte llamado La Fábrica. Velvet Underground, poco conocida en un principio y decididamente anticomercial, revolucionó al rock en las décadas de 1960 y 1970 con una mezcla de melodías en guitarra cantadas por Reed o por la sensual modelo alemana Nico, quien colaboró por un breve periodo con la banda por la insistencia de Warhol. Producido en 1967 por el artista Warhol, el primer álbum de Velvet Underground es considerado una de las obras maestras del rock. Brian Eno, quien produjo discos de Roxy Music y Talking Heads, entre otros, alguna vez dijo: El primer disco de Velvet Underground vendió 30 mil copias en los primeros cinco años... Creo que todos los que compraron una de ellas comenzó una banda. 

 Velvet Underground ingresó en el Salón de la Fama del Rocanrol en 1996 y su emblemático álbum debut The Velvet Underground & Nico fue incluido en el archivo de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos en 2006. El disco incluye canciones como I’m waiting for the man (un joven que espera por su dealer de droga), Sunday morning (que evoca la desolación de la mañana tras los excesos de la noche) y, por supuesto, Heroin, himno a esa droga dura cuya adicción aniquilaría a muchos de su generación. Tras la separación de la banda a inicios de los años 70, Lou Reed comenzó una carrera como solista y dio a conocer en 1972 su disco quizá más célebre, Transformer, producido por David Bowie y en el que sobresale Walk on the wild side. Himnos Más de una generación cantó e hizo propios himnos como ese tema, una invitación a vivir la vida en todos sus excesos y en la que celebra a travestis y homosexuales en momentos en que esas comunidades eran estigmatizadas en Estados Unidos. 

 Satellite of love y Perfect day son otras dos grandes composiciones de Transformer, reinterpretadas por muchas bandas y la última de ellas utilizada en la película de culto Trainspotting (1996), del director escocés Danny Boyle. A ese álbum le siguieron otras obras muy reconocidas como Berlín (1973) y Coney Island Baby (1976), que reafirman el carácter de poeta urbano y fino observador de la crudeza, tristeza y al mismo tiempo el romanticismo de la vida en las grandes ciudades. Enormemente influyente en el arte pop desde la década de 1960, sus discos son fundamenteles (prácticamente todos) Berlin, Transformer, Rock’n’roll Animal, Take no prisoners, New York y, para un primer acercamiento, el soberbio concierto que ofreció en el Meltdown Festival: Perfect night live in London. El indie rock esencialmente comienza en la década de 1960 con Reed y los Velvet; el punk, el new wave y los movimientos de rock alternativo de las décadas de 1970, 1980 y 1990 quedaron en deuda con Reed, cuyas canciones fueron interpretadas por R.E.M., Nirvana, Patti Smith y un sinnúmero de artistas. Reed tuvo un éxito en el top 20 con Walk on the wild side, y muchas otras canciones que se hicieron populares entre sus admiradores, desde la mencionada Heroin y Sweet Jane a Pale Blue Eyes y All Tomorrow’s Parties. 

 Después de ser un rebelde en sus primeros años, que pintó como pocos el lado salvaje y triste de las grandes ciudades, rescatando a sus héroes anónimos y marginados, Reed al final terminó por presentarse en la Casa Blanca, la revista The New Yorker publicó sus escritos, PBS lo incluyó en un documental sobre los grandes maestros estadunidenses y ganó un Grammy en 1999 al mejor video musical versión larga. Lewis Allen Lou Reed nació el 2 de marzo de 1942 en un hospital de Brooklyn (sureste de Nueva York), aunque se crió en Freeport, Long Island, donde aprendió desde muy chico a tocar el piano y la guitarra. Su adolescencia estuvo marcada por un tratamiento de electrochoques para curar su bisexualidad, un traumatismo que dejaría huellas por el resto de su vida y de la que hablaría en algunas entrevistas. En los años 80, Lou Reed se alejó de los excesos y en 1990 publicó, junto con Cale, el delicioso Songs for Drella, un homenaje a Warhol, fallecido en 1987. El disco llevó a varias presentaciones a los integrantes originales de la banda Velvet Underground a comienzos de esa década. Entre sus trabajos recientes, el músico se dedicó a proyectos eclécticos, como una colaboración con la banda Metallica y un libro de poesías inspirado en The raven, del escritor estadunidense Edgar Allan Poe. A finales del año pasado publicó otro libro, Rimes rhymes, con 300 fotografías de su autoría y textos de Bernard Comment. Junto con el cineasta Woody Allen y la cantante Patti Smith, entre otros, formaba parte del selecto club de leyendas vivientes de la Gran Manzana. Sus problemas de salud habían limitado sus presentaciones en vivo.

 John Cale, que cofundó Velvet Underground pero tuvo una relación a veces difícil con su ex compañero de banda, publicó una declaración en su página de Facebook. “El mundo ha perdido a un buen compositor y poeta. He perdido a mi ‘amigo del jardín infantil’”, afirmó. En su cuenta oficial de Twitter, el músico Iggy Pop calificó la noticia de devastadora, mientras Kim Gordon, de Sonic Youth, publicó un tuit que decía: Lo siento tanto de enterarme del fallecimiento de Lou Reed, ¡esto es muy impactante! 


14/9/13

VIVA NUESTRA PATRIA




Por Pedro Miguel

Vivan las semillas que germinan en silencio. 
Vivan los brotes que resisten la sequía y la tormenta.
Vivan los tallos que se doblan, sin quebrarse, bajo la presión del viento. 
Vivan las ramas que avanzan y se entrelazan. 
Vivan los troncos que se robustecen. 
Viva el bosque completo. 
Vivan los que salen a las calles y a las avenidas por primera vez en la vida.
Vivan los que han pasado toda la vida en las calles y no se han fatigado. 
Vivan los que conservan el corazón limpio después de tantos fraudes. 
Vivan las que escarban en la cáscara de la derrota hasta encontrar la victoria. 
Vivan los que persisten, las que advienen, los incansables. 
Vivan los abandonados de los que se acuerdan sólo para cobrarles impuestos. 
Vivan las que actúan, las que cantan, las que danzan, las que pintan, las que toman video, las que escriben, las que operan, las que conducen, las que compran y venden con honestidad. 
Vivan los que proyectan, los que suman, los que reparan, los que venden su trabajo sin vender la conciencia. 
Vivan los que viajan sin olvidarse de llevar los principios en el equipaje. 
Vivan los sedentarios que siembran sus principios y se quedan a cuidar la cosecha todo el tiempo que sea necesario. 
Vivan quienes no hacen escarnio de la pobreza y la dignidad. 
Vivan las que ven venir la tormenta y en vez de hincarse se organizan. 
Vivan los campesinos expoliados. 
Vivan los asalariados que deben su salario antes de recibirlo. 
Vivan los informales que convierten su incertidumbre en el pan de cada día. 
Vivan los jubilados que pierden día tras día la carrera contra la inflación. 
Vivan las niñas y los niños a los que se pretende dejar sin patria ni futuro. 
Vivan las adolescentes que no alcanzaron lugar en la prepa. 
Vivan los jóvenes excluidos de las universidades públicas. 
Vivan los alumnos sin escuela, los maestros sin aula, los enfermos sin hospital, los servidores públicos sin presupuesto, los médicos sin medicinas, los artesanos sin taller, los comerciantes sin mercancía. 
Vivan todos aquellos que hacen milagros para sobrevivir. 
Vivan los profesionistas que se ajustan a su manera digna de vivir. 
Vivan los inquilinos angustiados que no ajustan para la renta. 
Vivan los funcionarios que no roban ni engañan. 
Vivan los legisladores que votan en contra de las reformas estructurales. 
Vivan los dirigentes que no se venden. 
Vivan los investigadores que no le temen a la verdad. 
Vivan los informadores que redactan sus notas entre amenazas de muerte. 
Vivan los que siguen viviendo en Estados Unidos para mantener a sus familiares en México. Vivan los migrantes mutilados por La Bestia, extorsionados por la policía, vendidos como esclavos a los delincuentes, enterrados lejos de su patria. 

Vivan los trabajadores de Mexicana. Viva el SME. Vivan los mineros. Viva la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Vivan las comunidades zapatistas. Viva Libertad para Alberto Patishtán. Derogación de las reformas antipopulares impulsadas por el peñato. Viva la Constitución de 1917. Vivan los siempre insumisos. Vivan los muertos de todos los sexenios. 

Vivan las asesinadas de Ciudad Júarez, del estado de México y de todos los rincones dolientes del país. Vivan los mineros de Pasta de Conchos. Vivan los niños sacrificados en la guardería ABC.  

Viva Gonzalo Guerrero. Viva fray Bartolomé de las Casas. Viva Francisco Tenamaztle. Viva Jacinto Canek. Viva Gaspar Yanga. Viva Gabriel Teporaca. Viva fray Servando Teresa de Mier. Viva Francisco Primo de Verdad. Viva Miguel Hidalgo. Viva Josefa Ortiz de Domínguez. Viva José María Morelos. Viva Leona Vicario. Viva Epigmenio González. Viva Francisco Xavier Mina. Viva Vicente Guerrero. Viva el Batallón de San Patricio. Viva Benito Juárez. Viva Ignacio Zaragoza. Viva José Santos Degollado. Viva Melchor Ocampo. Viva Mariano Escobedo. Vivan Ricardo y Enrique Flores Magón. Viva Juana Belén. Viva Emiliano Zapata. Viva Aquiles Serdán. Viva Francisco Villa. Viva Elisa Acuña. Viva Antonio Díaz Soto y Gama. Viva María Talavera. Viva Felipe Carrillo Puerto. Viva Lázaro Cárdenas. Viva Francisco J. Múgica. Viva Rubén Jaramillo. Viva Benita Galeana. Viva Valentín Campa. Viva Demetrio Vallejo. Viva José Revueltas. Viva Heberto Castillo. Viva Carlos Montemayor. Viva Carlos Monsiváis. Viva Bety Cariño. Viva Samuel Ruiz. Viva Carlos Fuentes. Viva Arnoldo Martínez Verdugo. Viva José María Pérez Gay. 

Viva el arte. Viva el amor. Viva la terquedad vital. Viva la honestidad. Viva la congruencia. Viva la solidaridad. Viva el espíritu unitario. Viva la vida. 
Viva México. Viva México. Viva México.

28/8/13

LA MEMORIA DE LOS PECES II



Por Tatiana Coll
...Podría asegurar que 90 por ciento de los congresistas ni siquiera han leído con un mínimo de detenimiento las leyes que votan tumultuariamente, irracionalmente, a gritos y sin presentar ningún argumento válido para arrancar a los maestros la estabilidad laboral. Si se aplicara una evaluación, incluso estandarizada, a los diputados sobre el contenido de las leyes que votan, los resultados serían patéticos; están acostumbrados a actuar bajo consigna y en la impunidad. El corazón de la reforma es efectivamente la Ley del Servicio Profesional Docente, que asienta textualmente que en los casos de quien no se incorpore a los programas de regularización o no alcance un resultado suficiente en la tercera evaluación, se darán por terminados los efectos del nombramiento correspondiente sin responsabilidad para la autoridad educativa. Los profesores han dicho una y mil veces que NO se oponen a ser evaluados siempre y cuando la evaluación esté contextualizada en las condiciones socioeconómicas y culturales donde ellos laboran; la práctica docente NO se evalúa con un exámen estandarizado calificado por un computadora.

  Esto determina prácticamente un estado de excepción sobre las condiciones generales de trabajo de uno de los profesionales que históricamente han aportado más a la fundación de un país justo y digno. No hay para ningún otro profesionista una ley específica que reglamente de manera excluyente y excepcional sobre los derechos laborales. Ni a los médicos, ni a los ingenieros, ni a ningún especialista contratado con una plaza de base se les somete a esta nueva reglamentación. No se concibe nada semejante para esa enorme cauda de funcionarios que andan brincando de puesto en puesto sin siquiera tener el perfil adecuado; tampoco a los representantes de la nación que nunca, ni siquiera, rinden cuentas a sus electores. 

No se han realizado evaluaciones a los expertos que construyen esa cantidad de exámenes estandarizados, plagados de errores reiteradamente señalados, igual que los libros de texto, que pululan por el Conacyt, Ceneval, Comipens, INEE y otros organismos autónomos. La mentira más grave y cínica de todas las que a diario nos remachacan en los medios, la que el propio presidente Peña Nieto ha dicho, y que repiten todos, es la de que no serán afectados los derechos laborales del magisterio. Demagogia y cinismo han caracterizado siempre al discurso priísta, en el cual es todo un experto el señor de los chinchones, actual secretario de Educación; sin embargo, la ira que traspasó la mirada y palabras de Ciro Gómez Leyva y otros, como el diputado Alberto Villarreal, del PAN, demuestra que el objetivo real es deshacerse ya de ese magisterio democrático molesto. Es el mismo odio de clase que llevó al obispo de Ecatepec a decir a Fox que no importaba si tenía que acabar con unos 300 atenquenses, pero que no reculara en la decisión. 

LA MEMORIA DE LOS PECES

Editorial de La Jornada

La disidencia magisterial organizada en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realizó ayer en esta capital nuevas movilizaciones callejeras; la más notoria, en Periférico sur, a la altura de la sede de Tv Azteca. En otro contexto, en diversos puntos de Guerrero grupos de lugareños exigieron, en manifestaciones públicas, la liberación de los guardias comunitarios detenidos en días pasados, especialmente la de la dirigente de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de Olinalá, Nestora Salgado García. Las marchas y los consiguientes desórdenes viales generan crispación en algunos sectores de la sociedad que tienden a ver a los manifestantes como una amenaza directa a la normalidad cotidiana. Tales percepciones son alimentadas desde diversos medios informativos, los cuales machacan a sus audiencias con el mensaje de que resulta intolerable la impunidad de quienes expresan malestares políticos, sociales y económicos por medio de marchas. Tales mensajes resultan paradójicos, por decir lo menos, en un entorno en el que la verdadera impunidad beneficia a los asesinos de decenas de miles de personas –sea cual sea el número preciso de las muertes ocurridas en el contexto de la estrategia de seguridad implantada por Felipe Calderón y que, en lo que va de la presente administración, no ha variado en forma significativa–, a quienes saquean las arcas nacionales mediante comisiones ilegales y a quienes, desde el poder político o empresarial, tuercen cotidianamente, en su provecho, la letra y el espíritu de las leyes.


 En tal contexto debe comprenderse que lo que empuja a los manifestantes a salir a las calles y carreteras del país no es un afán por perjudicar a sus conciudadanos, sino la imposibilidad de lograr, en el cauce de las instituciones, justicia, seguridad, representación o satisfacción de otras demandas legítimas; es decir, lo que se manifiesta en marchas, plantones, bloqueos y otras movilizaciones es el alarmante colapso institucional en curso en el país en casi todos los ámbitos. 

 Durante las tres décadas transcurridas desde la implantación del modelo neoliberal en México, el Estado ha pasado de ser desactivador de conflictos a generador de descontentos, pues desde sus más altas instituciones se impulsa una política económica que desemboca en el desempleo, la falta de educación, el deterioro generalizado del nivel y la calidad de vida de las mayorías y, a la postre, en la desintegración del tejido social, la informalidad, la delincuencia organizada y la violencia. Personas, familias y poblaciones golpeadas en ese lapso por las estrategias de saqueo y depredación impuestas y coordinadas desde el gobierno federal han sucumbido en silencio a la ofensiva antipopular y antinacional, por lo cual han buscado reductos de supervivencia al margen de la legalidad o en contra de ella; los sectores más articulados y cívicos, en cambio, han recurrido a la organización horizontal, a la participación política y a la movilización social en sus intentos por detener la devastación en curso. Resulta lamentable y contraproducente que ahora se busque incitar el repudio social hacia tales formas de lucha y resistencia, sobre todo cuando quienes llaman a condenar y reprimir a los manifestantes son los mismos responsables de las decisiones oficiales que han provocado los descontentos. Cabe pedir a los manifestantes de todas las causas que ejerzan sus derechos constitucionales con civilidad y respeto al resto de la ciudadanía; ésta, por su parte, debe cobrar plena conciencia de un hecho simple: las movilizaciones populares callejeras son el síntoma, no la enfermedad. Y el recurso a la represión o el linchamiento moral de los que se manifiestan –la mayoría de las veces, haciendo uso de un derecho constitucional–, lejos de remediar el mal, lo agravaría y extendería.

11/7/13

MEDIOCRACIA

Por Pedro Miguel

Los aparatos mediáticos hacen milagros: convierten esa puñalada a los migrantes que es la reforma migratoria de Obama en un acto encomiable de generosidad de Estado; disfrazan un régimen corrupto, autoritario y represivo, como el mexicano, de democracia funcional; presentan operaciones lucrativas como obras de filantropía o transmutan el escándalo por el espionaje planetario estadunidense en una enésima andanada contra el gobierno ecuatoriano por sus supuestos ataques a la libertad de prensa. Por ejemplo.
Los ataques vienen precedidos por la escandalizada crítica a la Ley Orgánica de Comunicación, recientemente aprobada por el oficialismo ecuatoriano (http://goo.gl/k289A), porque en ella se establece un mecanismo oficial de regulación de contenidos y, sobre todo, porque propugna la democratización de la propiedad y acceso a los medios de comunicación. A nadie escapa que los medios en el mundo, con particular crudeza en América Latina, escapan a todo control social y pueden, de manera impune, legitimar delitos, crear tendencias políticas de la nada, destruir en minutos la dignidad y el buen nombre de una persona, invisibilizar a sectores sociales enteros, promover reformas legales que los beneficien, impulsar el consumo de sustancias y productos nocivos hasta el punto de provocar epidemias (la de diabetes, por ejemplo), alentar conductas patológicas (como la anorexia y las ludopatías) y erigirse en deformadores sistemáticos de la ética, la educación y la vida institucional de un país. Lo que resulta menos obvio es que semejante desempeño es consecuencia inevitable de la propiedad monopólica de los medios por un solo sector de la sociedad: el empresarial, cuyo predominio en todos los ámbitos se ha expandido en el marco de la revolución conservadora y la implantación planetaria del modelo neoliberal. Ese mismo sector, en uso y abuso de los medios, se ha encargado de presentar como natural su propio control monopólico, hasta el punto de que poca gente se escandaliza ante él. Para tomar distancia de esta grave distorsión basta con realizar un simple ejercicio: imaginar un país o un mundo en el que 95 por ciento de los medios informativos tradicionales –radio, televisión, periódicos, revistas– fuera controlado por las iglesias. Si en vez de iglesias se plantea dependencias gubernamentales, o partidos políticos, o clubes deportivos, o sindicatos, u organizaciones campesinas, la gran mayoría igual hallaría inaceptable semejante régimen de propiedad de las instancias informativas. Curiosamente –el contraste es prueba de la capacidad de deformar el pensamiento de la gente por los medios mismos– a pocos les parece desastroso el hecho real de que esas instancias se encuentran, actualmente, en poder de corporaciones empresariales. Éstas tienen un propósito –hacer dinero– que no es en sí mismo censurable, pero que, en la lógica de la información, como en cualquier otra, plantea riesgos ineludibles: el de incrementar las utilidades a costa de tergiversar el contenido editorial. Algo parecido puede ocurrir con cualquier negocio: para un laboratorio farmacéutico puede resultar tentador minimizar costos y maximizar utilidades mediante la reducción de insumos costosos, hasta llegar a la adulteración de las fórmulas estipuladas. Por eso se reconoce en forma universal que la industria farmacéutica requiere de mecanismos y organismos públicos de regulación, vigilancia y control.

 ¿Por qué habrían de estar exentos los medios –especialmente los que son propiedad de grandes consorcios– de sistemas de verificación análogos? Otro problema es la conversión del poder mediático en poder político. Este fenómeno universal dificulta la función de la prensa como contrapeso a los extravíos y excesos de los gobiernos y termina por conformar redes de complicidad y encubrimiento entre las redacciones y las oficinas públicas. En Estados Unidos, España, Rusia o China la masa mediática opera como reproductora del discurso oficial, de la verdad única y de la razón de Estado. En no pocos casos los dueños de las instancias informativas se hacen del poder político usando como trampolín el enorme poder de influencia que poseen. Así ocurrió en Brasil con la llegada de Fernando Collor de Mello a la presidencia, otro tanto sucedió en Italia con los impresentables tránsitos de Silvio Berlusconi por la primera magistratura y la tragedia se ha repetido en México con el arribo a Los Pinos de un candidato presidencial forjado por Televisa. En tales casos el sistema de los medios oficialistas ha terminado por convertirse en el oficialismo de los medios, con las consecuencias desastrosas que están a la vista. El reparto del poder mediático a tercios, entre el sector empresarial, las organizaciones sociales y las instituciones públicas, como lo estipula la ley de medios ecuatoriana, no conlleva ningún atentado a la libertad de expresión. Es, simplemente, un dique a la impunidad y una vacuna contra la conformación de mediocracias. 

18/4/13

VICTORIA PÍRRICA = REFORMA PÍRRICA

“Gordillo es indefendible. Es muy difícil creer que sus riquezas, como las de Peña Nieto, su familia y su gabinete, hayan sido adquiridas de manera lícita. Hay que celebrar que la maestra se haya quedado sola, traicionada por la misma clase política y empresarial que ella misma ha traicionado en tantas ocasiones. ¿De qué sirvió haber defenestrado a la Gordillo si quedó la misma cúpula corrupta y no se les investigó? Ahora todos ellos en tersa relación con el Gobierno y el Secretario de la SEP siguen fieles a sus usos y costumbres tan corruptas como antieducativas, eso sí protegidos por el Gobierno Federal."
 “Un examen estandarizado no permite determinar si un maestro es apto para enseñar. Para ser maestro se necesita tener la capacidad de motivar, imaginar, explicar ampliamente, entender las dificultades de cada niño, analizar problemas, descubrir el mundo, y eso no se mide con rellenar exámenes de opción múltiple. Para ser maestro se necesita acompañar al estudiante tanto cognitiva como social y emocionalmente. La evaluación universal, mecánica, limitada, y con más llenado de bolitas, no puede, de manera justa y profunda, determinar el talento y promoción del maestro y/o su permanencia o no en la plaza.”
 “Chuayfett equipara el sistema educativo finlandés con la reforma educativa que él promociona, ¿sabrá siquiera un poco de lo que habla? En Finlandia la responsabilidad del sistema educativo recae no sólo en el ámbito magisterial sino que también recae en la responsabilidad del estado quién garantiza la gratuidad hasta el nivel universitario; de igual forma la familia es esencial para garantizar una formación integral de los menores. El querer endosar toda la responsabilidad del fracaso educativo a los magísteres mexicanos es por demás absurdo, deleznable y pedestre.” 
“El gobierno de Enrique Peña Nieto se defiende diciendo que apenas tiene 90 días en el gobierno y no puede responder por lo sucedido tiempo atrás. ¿No fue gobernador del Estado de México? ¿No tuvo tratos con la señora Gordillo durante su mandato como gobernador? ¿No fue durante años su aliado político? ¿No le ayudó Elba Esther en su campaña electoral? Cientos de políticos de PRI, PAN y PRD que recibieron bendiciones, ¿no sabían de dónde procedía su riqueza? Por favor, no nos quieran ver la cara de tontos.”


 Las recientes declaraciones de la Coparmex respecto a que para 'salvar la educación' se proponen clases extramuros, pagadas por los patrones es de risa; es más su presidente, un tal Juan Castañón, en el colmo de la demagogia declaró: “No vamos a permitir que un grupo de personas con privilegios e intereses personales se imponga en detrimento de los  derechos de los niños y jóvenes a recibir educación” ¿Desde cuándo los empresarios mexicanos han defendido los derechos de las mayorías y los bienes comunes? ¿Desde cuándo pretenden abrir oportunidades para hacer negocios y lucrar con los derechos sociales? ¿Habrá en nuestro país personas con más privilegios que los grandes empresarios?
 Por parte de los gobernantes la cosa no cambia mucho. Un personaje que encarna la corrupción mejor que nadie, Emilio Chuayffet, declara que “no hay derecho contra el derecho” Supongo que se refiere al derecho de la cúpula gobernante corrupta  a hacer lo que quieran y su jefe, el Presidente en turno, suelta una amenaza velada al afirmar que “no va a permitir” presiones ni retrocesos. Recordemos Atenco.  El costo político no parece preocuparle ni mucho menos la posibilidad de un surgimiento popular en Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Michoacán. Tal vea así, calcula el presidente, pueda justificar más ampliamente la represión y desaparición de la corriente magisterial disidente del corrupto Sindicato Nacional Trabajadores de la Educación, que después de su descabezamiento no pasa por sus mejores momentos.
 Así las cosas debemos preguntarnos: ¿No fue el Estado mexicano y sus dueños, con el partidazo a la cabeza, el mayor beneficiado con la corrupción que auspició en los sindicatos en México? ¿No fueron ellos quienes fomentaron y fomentan la venta de plazas, las licencias indefinidas y el enriquecimiento de sus líderes a cambio de votos? ¿No fueron y son ellos quienes desvían los recursos públicos destinados a la educación básica para desmantelar las escuelas en las que estudian también chicos brillantes, y que eran las mejores, responsabilizando a los maestros por el abandono y las paupérrimas condiciones en las que se encuentran?¿Por qué la corrupción del sindicato de PEMEX es intocable?
 Y ahora le pregunto a usted, indignado lector; ¿De verdad cree que la reforma mejorará la educación? ¿De verdad cree que Peña y Chuayffet tienen calidad moral para preocuparse de que los niños mexicanos tengan una educación de calidad? ¿De verdad cree que los únicos responsables de la situación son de los maestros? ¿De verdad cree que la privatización y los empresarios mantendrán la educación laica y mejoraran su calidad? Deje de cargarle el muerto a los maestros y dirija su mirada a los lobos disfrazados de ovejas, a los políticos y grandes empresarios que no pagan impuestos y tienen sumido a este país en la ignorancia. Son ellos los que nos han llevado a la situación en la que nos encontramos con la finalidad de seguir mejorando sus ganancias. Suponer que los maestros son la fuente de todos los problemas en la educación básica es tratar de tapar el sol con un dedo y desviar la atención del verdadero origen del conflicto. La verdad no peca pero incomoda. Usted disculpe.

México vive un “antisemitismo” contra los maestros. Los analfabetas funcionales felices.

14/3/13

UN ERSATZ


Horacio Verbitsky
Página 12

Entre los centenares de llamados y mails recibidos, elijo uno. “No lo puedo creer. Estoy tan angustiada y con tanta bronca que no sé qué hacer. Logró lo que quería. Estoy viendo a Orlando en el comedor de casa, ya hace unos años, diciendo ‘él quiere ser Papa’. Es la persona indicada para tapar la podredumbre. Es el experto en tapar. Mi teléfono no para de sonar, Fito me habló llorando.” Lo firma Graciela Yorio, la hermana del sacerdote Orlando Yorio, quien denunció a Bergoglio como el responsable de su secuestro y de las torturas que padeció durante cinco meses de 1976. El Fito que la llamó desconsolado es Adolfo Yorio, su hermano. Ambos dedicaron muchos años de su vida a continuar las denuncias de Orlando, un teólogo y sacerdote tercermundista que murió en 2000 soñando la pesadilla que ayer se hizo realidad. Tres años antes, su íncubo había sido designado arzobispo coadjutor de Buenos Aires, lo cual preanunciaba el resto.


Orlando Yorio no llegó a conocer la declaración de Bergoglio ante el Tribunal Oral Federal 5. Allí dijo que recién supo de la existencia de chicos apropiados después de terminada la dictadura. Pero el Tribunal Oral Federal 6, que juzgó el plan sistemático de apropiación de hijos de detenidos-desaparecidos, recibió documentos que indican que ya en 1979 Bergoglio estaba bien al tanto e intervino al menos en un caso a solicitud del superior general, Pedro Arrupe. Luego de escuchar el relato de los familiares de Elena de la Cuadra, secuestrada en 1977, cuando atravesaba el quinto mes de embarazo, Bergoglio les entregó una carta para el obispo auxiliar de La Plata, Mario Picchi, pidiéndole que intercediera ante el gobierno militar. Picchi averiguó que Elena había dado a luz una nena, que fue regalada a otra familia. “La tiene un matrimonio bien y no hay vuelta atrás”, informó a la familia. Al declarar por escrito en la causa de la ESMA, por el secuestro de Yorio y del también jesuita Francisco Jalics, Bergoglio dijo que en el archivo episcopal no había documentos sobre los detenidos-desaparecidos. Pero quien lo sucedió, su actual presidente, José Arancedo, envió a la jueza Martina Forns copia del documento que publiqué aquí, sobre la reunión del dictador Videla con los obispos Raúl Primatesta, Juan Aramburu y Vicente Zazpe, en la que hablaron con extraordinaria franqueza sobre decir o no decir que los detenidos-desaparecidos habían sido asesinados, porque Videla quería proteger a quienes los mataron. En su clásico libro Iglesia y dictadura, Emilio Mignone lo mencionó como paradigma de “pastores que entregaron sus ovejas al enemigo sin defenderlas ni rescatarlas”. Bergoglio me contó que en una de sus primeras misas como arzobispo divisó a Mignone e intentó acercársele para darle explicaciones, pero que el presidente fundador del CELS alzó la mano indicándole que no avanzara.

 No estoy seguro de que Bergoglio haya sido elegido para tapar la podredumbre que redujo a la impotencia a Joseph Ratzinger. Las luchas internas de la curia romana siguen una lógica tan inescrutable que los hechos más oscuros pueden atribuirse al espíritu santo, ya sean los manejos financieros por los que el Banco del Vaticano fue excluido del clearing internacional porque no cumple con las reglas para controlar el lavado de dinero, o las prácticas pedófilas en casi todos los países del mundo, que Ratzinger encubrió desde el Santo Oficio y por las que pidió perdón como pontífice. Ni siquiera me extrañaría que, brocha en mano y con sus zapatos gastados, Bergoglio emprendiera una cruzada moralizadora para blanquear los sepulcros apostólicos.

 Pero lo que tengo por seguro es que el nuevo obispo de Roma será un ersatz, esa palabra alemana a la que ninguna traducción hace honor, un sucedáneo de menor calidad, como el agua con harina que las madres indigentes usan para engañar el hambre de sus hijos. El teólogo brasileño de la liberación Leonardo Boff, excluido por Ratzinger de la enseñanza y del sacerdocio, tenía la ilusión de que fuera elegido el franciscano de ancestros irlandeses Sean O’Malley, que carga con la diócesis de Boston, quebrada por tantas indemnizaciones que pagó a niños vejados por sacerdotes. “Se trata de una persona muy vinculada a los pobres porque trabajó mucho tiempo en América Latina y el Caribe, siempre en medio de los pobres. Es una señal de que puede ser un papa diferennte, un papa de una nueva tradición”, escribió el ex sacerdote. En la Silla Apostólica no se sentará un verdadero franciscano sino un jesuita que se hará llamar Francisco, como el pobrecito de Asís. Una amiga argentina, me escribe azorada desde Berlín que para los alemanes, que desconocen su historia, el nuevo papa es tercermundista. Menuda confusión.
Su biografía es la de un populista conservador, como lo fueron Pío XII y Juan Pablo II: inflexibles en cuestiones doctrinarias pero con una apertura hacia el mundo, y sobre todo, hacia las masas desposeídas. Cuando rece su primera misa en una calle del trastevere o en la stazione termini de Roma y hable de las personas explotadas y prostituidas por los poderosos insensibles que cierran su corazón a Cristo; cuando los periodistas amigos cuenten que viajó en subte o colectivo; cuando los fieles escuchen sus homilías recitadas con los ademanes de un actor y en las que las parábolas bíblicas coexisten con el habla llana del pueblo, habrá quienes deliren por la anhelada renovación eclesiástica. En los tres lustros que lleva al frente de la Arquidiócesis porteña hizo eso y mucho más. Pero al mismo tiempo intentó unificar la oposición contra el primer gobierno que en muchos años adoptó una política favorable a esos sectores, y lo acusó de crispado y confrontativo porque para hacerlo debió lidiar con aquellos poderosos fustigados en el discurso.

 Ahora podrá hacerlo en otra escala, lo cual no quiere decir que se olvide de la Argentina. Si Pacelli recibió el financiamiento de la Inteligencia estadounidense para apuntalar a la democracia cristiana e impedir la victoria comunista en las primeras elecciones de la posguerra y si Wojtyla fue el ariete que abrió el primer hueco en el muro europeo, el papa argentino podrá cumplir el mismo rol en escala latinoamericana. Su pasada militancia en Guardia de Hierro, el discurso populista que no ha olvidado, y con el que podría incluso adoptar causas históricas como la de las Malvinas, lo habilitan para disputar la orientación de ese proceso, para apostrofar a los explotadores y predicar mansedumbre a los explotados.