7/4/10

EL ARTE DE LA AMISTAD (ÚLTIMA)



Vértigo, que el mundo pare,
que corto se me hace el viaje...

Seremos otros, seremos más viejos,
y cuando por fin me observe en tu espejo,
espero al menos que me reconozca,
me recuerde al que soy ahora... (Ismael Serrano)



Por Alberto Ortega Gurza

Con el tiempo, los amigos llegan a ver con los mismos ojos, sentir con el mismo corazón y pensar con la misma mente, sin que ninguno de los dos pierda su identidad; pero sí enriquezca la del otro. Los amigos quieren vivir siempre como amigos, y se las arreglan, organizando su vida, para compartir más, pues la amistad se extiende y se perfecciona con la intimidad. Freddie Mercury, quien es aún recordado por sus compañeros como amigo ejemplar hasta el último día, practicó en vida lo que predicó en su hímnica Friends Will Be Friends: “Los amigos seguirán siendo amigos hasta el final”. Pero cuando los amigos cambian y dejan de ser y significar lo que solían ser el uno para el otro, no hay poder posible para lograr que la relación continúe llamándose amistad.
Los títulos “hermano”, “hijo”, “padre” o “esposo” son vínculos genealógicos o consanguíneos; no sinónimos de amistad (salvo raras excepciones, como en el caso de Van Gogh y su hermano). Entre ellos la amistad o se desea y se consigue, o no existirá, pues per se, jamás se dará. Y si teniéndola, no se conserva, se pierde triste e inexorablemente, como sucede con cualquier otra amistad. Eurípides lo articuló con claridad: “Un amigo fiel, equivale a mil familiares.”

Tres amigos que jamás desaparecerán
Sí, existen, y además aportan satisfacciones increíbles, sin esperar nada a cambio. Los tres mitigan la soledad, dan felicidad, son fáciles de encontrar y su lealtad es de por vida. Se llaman libros, música y perros. Quien no intima con los libros se pierde de mucho, porque ayudan a desarrollar la imaginación, la creatividad y la memoria. Agudizan el entendimiento y son la fuente de cultura por excelencia. Baltasar Gracián asegura: “Entre más se sabe, más y mejor se vive”.
Un perro se pondrá feliz de verte, te entregará su cariño completo seas guapo, feo, rico o pobre; no te juzgará por tus errores y caminando a tu lado se sentirá como Patroclo al lado de Aquiles. La cinta Marley and Me (David Frankel, 2009) conmueve hasta las lágrimas, mostrando la grandiosidad que puede alcanzar la amistad de un amo con su perro. Y la música es amiga de todos, nadie resiste bastante tiempo alejado de ella. También ha sido el medio de artistas para expresar sus ideas de amistad. En My Friends, Anthony Kiedis (RHCP) manifiesta comprensión y amor para sus amigos en desgracia; en Give a Little Bit, Roger Hudgson (Supertramp), describe sensiblemente la necesidad del equilibrio en la amistad. En su composición más célebre, You´ve got a Friend, Carole King ofrece con sinceridad todo lo que pudiera esperarse de un amigo y expresándose como sólo él es capaz, Jim Morrison hace patente su empatía con el único arte omnipresente en el mundo actual: “La música es tu única amiga hasta el final. Cuando ella se vaya, apaga la luz”. La amistad es la expresión más sublime del amor. Sin amor, no existe la amistad. Cicerón declaró que la importancia de la amistad es lo único en el mundo en lo que la raza humana completa está de acuerdo. La grandeza de William Yeats fue tener amigos; Abraham Lincoln destruía a sus enemigos haciéndolos sus amigos; Bob Dylan ha utilizado la palabra amigo en 85 canciones y Giphanius calificó la Teoría de la Amistad de Aristóteles como el escrito más profundo y precioso de la antigüedad. Y si logramos recordar el momento más glorioso de nuestra vida, recordaremos también al amigo que lo hizo glorioso.

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