29/4/12

¡¡GRACIAS ROGER!!

Por Raúl De La Rosa
Sabíamos del músico inteligente y sensible que es Roger Waters; su obra está ahí, punto. Él mismo, ante el micrófono, lanza una dedicatoria que como dardos nos traspasa la dignidad, el orgullo y el coraje (a veces ausente en la mayoría de los ciudadanos de éste país) cuando dice: “Este concierto lo voy a dedicar a todos los niños que no están con nosotros, a los que siguen perdidos y a todos los que han desaparecido en esta
guerra (hace un gesto como para encontrar el calificativo de lo absurdo) del narco y a todas las mujeres y niñas de Juárez. ¿Dónde estabámos? ¿Dónde estaba nuestro amor? ¿Dónde está ahora?” 
Sabemos del niño huérfano de padre en la Segunda Guerra Mundial. Sus propias vivencias construyen poco a poco su propio muro, a manera de defensa. La madre sobreprotectora, víctima de la violencia. We don’t need no education... habla por sí misma, los desaparecidos en todo el mundo, todo esto y más construyó ese muro de ignominia formado por rostros víctimas de la guerra, incluida la del padre de Roger. Cuando se proyecta el rostro de Juan Francisco Sicilia, el hijo asesinado del poeta Javier, la imágen de los estudiantes asesinados en el Tec de Monterrey y otras más víctimas de la guerra contra el narcotráfico, se nos escurre la vergüenza y un coro gigantesco completa la frase que aparece en el muro: Estamos hasta… y al unísono una misma voz grita…¡hasta la madre!
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Roger toma su guitarra de palo y en una versión acústica interpreta Mother. La reacción sobrepasa el inmenso escenario; antes habían subido niños de las agrupaciones Marabunta y Barrio Activo; participan en Another Brick in the Wall, Roger aplaude y les dice ¡Bravo, se vieron fantásticos!
Los temas siguen uno tras otro, conocidos por la mayoría que los corea, y de ella una gran cantidad de jóvenes, quienes me despiertan curiosidad sobre las razones de por qué un músico de casi 70 años los convoca. Es su música, sin duda, pero si vemos la propuesta de hace más de 30 años Roger no ha cambiado; sigue congruente en su visión del mundo, en su compromiso, su apuesta, su inteligencia y su sensibilidad.

Hay gran diferencia entre ciertos espectáculos y otros. Unos apuestan por impactar al espectador con decibeles por arriba de lo aceptable, indumentarias a veces estrafalarias o maquillajes que ni al caso. La estridencia y la grandielocuencia de estos conciertos marcan una zanja insalvable con lo que ayer disfrutamos: un recital en el que fluían las letras y la música de manera sorprendente, y a cada una de ellas un clímax y una intensidad donde la sincronía era la norma, las imágenes desfilaron ante nosotros con exactitud, los efectos visuales sorprendían y sonaba una ecualización en el audio fuera de serie.
Gran lección vino a dar a nuestro país quien ha montado un maravillososo espectáculo que desde aquel mítico concierto en Berlín –con más de 300 mil asistentes y después de más de 30 años– sigue cautivando a millones y en el que las lombrices gigantescas pululan por la pantalla mientras escuchamos Waiting for the Worms. Llegan Stop y la esperada escena impactante de La marcha de los martillos en una metáfora que alude al totalitarismo, a las tropas nazis o a cualquier ejército del mundo.
Gran lección porque ha demostrado que el talento y el compromiso pueden (deben) de ir tomados de la mano. El ¡Gracias, México! tuvo una validez poca veces sentida como esta noche, cuando al mismo tiempo el gran muro caía en mil pedazos ante la atónita vista de los más de 50 mil asistentes que después de ese recital de amor y compromiso, espero, hayan retornado a sus hogares y a una realidad que no podemos seguir ignorando.
Otro muro se derrumbó. ¡Gracias, Roger!

19/4/12

¡BRAVO CRISTINA!





Por Angel Guerra Cabrera



La decisión de nacionalizar el petróleo tomada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es un paso trascendental en la conquista de la segunda independencia de Argentina y de toda América Latina. El hidrocarburo fue controlado por el Estado desde el primer gobierno de Hipólito Irigoyen hasta su privatización por el ultraneoliberal Carlos Ménem(1992).
El decreto enviado al Congreso por Cristina, cuya aprobación contará con importantes votos opositores, expropia casi la totalidad de las acciones de la nominalmente española Repsol en Yacimientos Petrolíferos Fiscales(YPF) –el 51 por ciento-, declara de “interés público” el logro del “autoabastecimiento de la producción de hidrocarburos y también las tareas “de explotación, industrialización, transporte y comercialización”. Asienta legalmente el fin de la primacía del capital sobre un recurso cuyo carácter finito, de seguridad nacional y objeto de desaforada especulación, así como su condición de palanca de desarrollo, exige como ninguno quedar bajo la total rectoría del Estado. YPF, fundada en 1922 por el legendario general Enrique Mosconi, su arquitecto y director durante ocho años, fue una entidad pública por la que los argentinos sintieron siempre un enorme orgullo, no sólo por su abastecimiento del mercado nacional sino su ostensible contribución al desarrollo económico y social y su condición de símbolo de soberanía.

Conviene recordar que las empresas de origen español han hecho su agosto en América Latina durante las décadas neoliberales mediante corruptos contubernios con personeros de los gobiernos que abierta, o solapadamente, han entregado sus bienes públicos y recursos naturales a la voracidad de aquellas. Algunas han comprado a precio de ganga para rápidamente convertirse en boyantes transnacionales como es el caso de Repsol, que debe su trasformación en gran empresa al saqueo de Argentina, o de los bancos BBV o Santander, cuyas utilidades dependen de sus filiales en la región.

El gobierno argentino responsabiliza a Repsol con la caída de 54 y 97 por ciento respectivamente de la producción de crudo y gas entre 1998 y 2011, como resultado de su política de explotación máxima de los pozos ya existentes cuando se privatizó YPF. Repsol-YPF apenas invirtió en todo ese tiempo en la exploración y desarrollo de nuevos yacimientos e infraestructura pues remesaba a su casa matriz el grueso de los beneficios (13 426 millones de dólares) y seguía una arbitraria política de precios, altamente lesiva para la economía argentina. Reconvenida por Buenos Aires anteriormente, la gota que colmó la copa fue la factura de combustibles que por valor de 9 397 millones de dólares se vio obligado a importar el país austral en 2011, una grave amenaza para su balanza comercial. Con el alto crecimiento del PIB que ha mantenido nueve años y en medio de la profunda crisis energética y de la economía capitalista mundial, para Argentina es indispensable asegurar el autoabastecimiento e incluso la exportación de combustible, como argumenta el decreto. Cristina ha señalado que la medida forma parte de la integración y seguridad energética suramericana, que se sella, dijo, con el ingreso de Venezuela al Mercosur.

La iniciativa prevé el fomento de la inversión extranjera privada en el sector energético y las alianzas con empresa públicas de otros países. Es totalmente falso que ahuyentará de Argentina a los inversionistas como arguyen los neoliberales. Existe un enorme interés del capital internacional por asociarse con el país rioplatense, cuyas reservas de crudo no tradicional se calculan en 116 millones de barriles.

Argentina ha dicho que pagará a Repsol según sus leyes pero la transnacional exige una cantidad desmesurada que ya Buenos Aires ha rechazado. El gobierno de Rajoy, en una trasnochada actitud colonialista no ha cesado de lanzar amenazas contra la Casa Rosada. En lugar de hacer algo por mejorar la dramática situación de los españoles –que comienzan a emigrar a Argentina-, continúa hundiéndolos en una insondable catástrofe social. Pero eso sí, defiende a una empresa connotada evasora fiscal en España con mayoría de capital no español, que en nada beneficia a los habitantes del reino. Mientras Brasil, Venezuela, Uruguay y Bolivia han expresado su solidaridad con Argentina -como lo harán otros gobiernos y los pueblos de nuestra América- Washington se une a las derechas hispanoamericanas en la defensa de Repsol. ¿Por qué será?

EL TANGO DE CALDERÓN: Calderón habló como si fuera un analista bursátil y no el jefe de Estado de una nación que debería respetar las decisiones soberanas de otro Estado, como es Argentina. Quizá si fuera el boletín de la consultora Merryl Linch, las palabras del mandatario mexicano no tendrían consecuencias.

Se olvidó el presidente panista que con los mismos argumentos de defensa de la soberanía de un sector estratégico, los españoles frustraron la operación para que Pemex incrementara de 10 a 15% sus acciones en Repsol, a través de una ingeniería financiera asociada al consorcio privado Sacyr.

El tango petrolero exhibió también el enorme servilismo de un presidente ilegítimo afín a las políticas depredadoras de empresas; también cabría preguntarse ¿no sería mejor callarse sobretodo cuando se tiene un record tan fúnebre? 60 000 muertos en menos de seis años. Algo si es seguro: le ganamos tanto a Argentina y Chile en número de muertos, a pesar de que estos dos países tuvieron regimenes fascistas.



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